Los medios de comunicación extranjeros informan de que enfermedades como el asma, la bronquitis y el enfisema pueden superarse con éxito mediante clases de canto. Los estudios demuestran que cantar no sólo mejora la respiración, sino que también mejora significativamente la calidad de vida.

Las técnicas de canto se solapan con las de fisioterapia, especialmente en lo que se refiere a las enfermedades del aparato respiratorio, donde suele haber problemas para regular la respiración y obtener suficiente oxígeno.

Aprender técnicas de canto implica aprender a respirar profundamente. Con las enfermedades pulmonares, las personas suelen ser incapaces de controlar adecuadamente su ritmo respiratorio, lo que puede provocar respiraciones cortas.

En las clases de canto se enseña la técnica de la "respiración abdominal", que tiene como resultado la relajación de los músculos abdominales, lo que permite inhalar profundamente y exhalar el aire con facilidad. Este método ayuda a ralentizar el ritmo de la respiración, y los ejercicios regulares de estiramiento ayudan a eliminar la tensión del cuerpo.

Así, el canto, al tiempo que tiene un efecto positivo sobre el sistema respiratorio, se convierte en un método de tratamiento accesible y eficaz para quienes se enfrentan a enfermedades bronquiales.