La llegada de un varón a la familia plantea una serie de cuestiones sobre su higiene, y es importante que las mamás sepan cómo cuidar adecuadamente a su hijo. La higiene de los varones requiere una atención especial, y las mamás inexpertas suelen encontrarse con dificultades, sobre todo cuando cuidan de recién nacidos y niños del primer año de vida.

Higiene infantil
Es importante comprender que el cuidado de un varón en su primer año de vida requiere prestar especial atención a algunas normas importantes. Por ejemplo, el prepucio de un recién nacido no debe retraerse, ya que puede provocar lesiones y pinzamiento de la cabeza del pene. El uso de jabón debe limitarse, prefiriendo las toallitas húmedas para mantener la limpieza.

Normas higiénicas
No se debe abusar del jabón al lavar el pene del bebé, ya que puede provocar irritación y sequedad de la piel. El proceso de cuidado genital debe ser suave y no deben utilizarse cremas. La higiene adecuada de los niños menores de un año incluye el uso de toallitas húmedas al cambiarles el pañal.

Desarrollo de la independencia
Con el tiempo, a partir del tercer año de vida, debe enseñarse al niño a practicar una higiene independiente. La enseñanza debe incluir el cambio regular de pañales, que es importante para mantenerle limpio y sano. Los padres deben fomentar los esfuerzos independientes del niño para mantener sus hábitos de higiene.

Frecuencia del cambio de pañales
A medida que el niño crece y se desarrolla, la frecuencia del cambio de pañales cambia. Por ejemplo, después de dominar el orinal, bastará con un lavado por la noche en invierno y dos veces al día en la estación cálida. Se recomienda que los adolescentes presten atención a la higiene por la mañana, sobre todo ante las poluciones -eyaculaciones involuntarias mientras duermen-.

Autocuidado y apoyo
El autocuidado es un hito importante del desarrollo. Los padres deben enseñar a sus hijos sobre la higiene adecuada, proporcionándoles apoyo y transfiriendo gradualmente la responsabilidad del proceso a sus hombros. Comprender y prestar atención a las necesidades individuales de un chico a distintas edades ayudará a crear hábitos de higiene saludables para los años venideros.