Aquí tienes algunas recetas naturales de mascarillas faciales que aportarán frescor y juventud a tu piel. Uno de los remedios más eficaces es la mascarilla de pepino.

Para preparar una mascarilla de pepino eficaz, coge un pepino fresco de tamaño mediano. Córtalo en tiras largas y aplícalas sobre el rostro limpio. Mantenga la mascarilla durante 20 minutos, tras lo cual retírela y no se lave la cara. También puedes utilizar zumo de pepino en tu rutina diaria de cuidado de la piel. Los pepinos y su zumo dan a tu piel un aspecto fresco, la limpian y suavizan las arrugas.

Para preparar la siguiente mascarilla de pepino, ralle un pepino fresco sin cáscara y mézclelo con arcilla cosmética blanca en proporción 2:1. Añade agua hervida hasta obtener una papilla espesa. Aplíquese la mascarilla en la cara y manténgala durante 10 minutos, después aclárela con agua.

Para difuminar la piel, se recomienda utilizar una mascarilla casera de pepino. Mezcla zumo de pepino con agua de rosas a partes iguales y añade una cucharada de nata. Bate la masa hasta que se vuelva espumosa y aplícatela en la cara. Mantén la mascarilla hasta 10 minutos, luego retírala con una servilleta seca y limpia la piel con un tampón empapado en agua de rosas.

Para la piel seca, se recomienda una mascarilla de pepino con nata agria añadida. Se mezcla pepino rallado con crema agria a partes iguales y se aplica sobre la cara y el cuello durante 15 minutos. Esta mascarilla puede hacerse dos veces por semana.

Para blanquear la piel del rostro, prepara una mascarilla de pepinos con zumo de limón. Ralla un pepino y añádele zumo de limón. Aplícatela en la cara durante 10 minutos y luego aclárala con agua.

Otra forma de blanquear la piel es una mascarilla de pepinos con leche y requesón. Ralla pepino y mézclalo con leche, requesón y aceite de girasol. Aplícatela en la cara durante 15 minutos y luego aclárala con agua.