Existen muchos mitos sobre las trampas y la fidelidad en las relaciones. Generalmente se acepta que los hombres son propensos a hacer trampa debido a su naturaleza. Esta opinión está firmemente arraigada en la sociedad gracias a los medios de comunicación, que apoyan activamente la imagen de un hombre infiel. Parece que no existen parejas fiables y fieles, y cualquier mujer debe aceptar la idea de que su marido oculta sus infidelidades. Sin embargo, ¿es esto realmente así? ¿Vale la pena perder por completo la fe en la devoción de un hombre?
Para comprender este problema, es necesario comprender las razones por las que los hombres hacen trampa. Después de todo, encontrar la “raíz del mal” es el primer paso para resolver el problema. Naturalmente, puede haber muchas razones y cada situación es individual. Sin embargo, entre ellos hay varios de los más comunes.
Una de las razones es la larga ausencia de relaciones íntimas en una pareja. Por ejemplo, si uno de los socios realiza viajes de negocios o viajes con frecuencia, esto puede provocar que el hombre busque consuelo. Otro motivo para hacer trampa puede ser el abuso de alcohol en fiestas o eventos corporativos. En tales situaciones, los hombres suelen perder el control de sí mismos.
Pero, a pesar de estas razones, no se debe dar por sentado que todos los hombres sean propensos a hacer trampa. Según las estadísticas, alrededor de una cuarta parte de los hombres no buscan aventuras sexuales paralelas. Es más, incluso rechazan propuestas de mujeres que intentan seducirlos. ¿Qué hace que estos hombres permanezcan fieles? Es posible que ya hayan pasado por su período de búsqueda de nuevas sensaciones antes del matrimonio y ahora estén felices con su vida familiar estable.
Sin embargo, existe otra categoría de hombres con baja autoestima que temen hacer trampa por miedo al ridículo o al fracaso. Estos hombres suelen casarse a una edad temprana y no tienen tiempo para acumular suficiente experiencia en las relaciones sexuales. El miedo a encontrarse en una situación incómoda con otra mujer les impide salir a la calle.
¿Cómo reconocer la traición? Una de las señales puede ser el repentino interés de un hombre por su apariencia. Comienza a cuidar más su ropa, a visitar gimnasios o gimnasios. También se puede notar que el hombre comenzó a pasar más tiempo fuera de casa, alegando problemas laborales. Gastos imprevistos y pérdida de interés por el cónyuge o, por el contrario, atenciones excesivas también son señales de alerta.
Sin embargo, los psicólogos y sexólogos están seguros de que algunos hombres hacen trampa para aumentar su autoestima y mantenerse en buena forma. Tales traiciones, en su opinión, pueden incluso tener un efecto positivo en la vida familiar, haciéndola más brillante y rica.