Las olas de calor pueden afectar gravemente el rendimiento sexual. Los hombres son particularmente sensibles a las altas temperaturas, experimentando una disminución de la resistencia y una menor capacidad para tener intimidad plena. Los sexólogos señalan que el sobrecalentamiento exacerba el estrés físico natural que se experimenta durante las relaciones sexuales.
La combinación de calor y hábitos poco saludables es especialmente peligrosa. Los hombres que beben alcohol y fuman corren el riesgo de sufrir graves problemas en la cama. Con el calor, el cuerpo ya experimenta un mayor estrés, y el alcohol y la nicotina aumentan la carga sobre el sistema cardiovascular, incrementando el riesgo de molestias y pérdida de potencia sexual.
Incluso a una temperatura agradable de unos 20 grados Celsius, durante el orgasmo, los hombres experimentan un aumento de la frecuencia cardíaca, que a veces alcanza las 200 pulsaciones por minuto, y la presión arterial puede alcanzar los 230 por encima de los 130 milímetros de mercurio. Con el calor, estas lecturas son aún más altas, lo que somete al corazón y los vasos sanguíneos a una tensión extrema. Tomar medicamentos para aumentar la potencia sexual aumenta la carga sobre el cuerpo y puede provocar complicaciones cardiovasculares graves.
Los médicos no recomiendan abstenerse completamente de tener relaciones sexuales cuando hace calor, pero sí recomiendan elegir horas más frescas del día. La mañana y la noche pueden ser los momentos óptimos, cuando el cuerpo tolera mejor el esfuerzo y los riesgos para la salud son mínimos.
Se debe prestar especial atención a las personas con enfermedades cardiovasculares crónicas. Quienes hayan sufrido un infarto, un derrame cerebral o padezcan hipertensión o angina de pecho deben ser extremadamente cautelosos con la actividad íntima cuando hace calor, ya que puede ser potencialmente mortal.
Además de los riesgos físicos, el calor también afecta el bienestar general, reduciendo la libido y causando fatiga. Por lo tanto, los médicos recomiendan mantener el equilibrio hídrico, evitar el sobrecalentamiento y crear condiciones cómodas para dormir y descansar para mantener la salud sexual y el bienestar general.

