El jengibre, esta raíz de sabor y aroma intensos, demuestra ser no sólo un gran complemento para el té, sino también un remedio eficaz en la lucha contra el dolor y la fatiga. Si sufre dolores musculares, esguinces o simplemente se siente cansado, el jengibre puede ser su aliado natural. Los medios extranjeros informan de que los baños con jengibre añadido pueden aliviar eficazmente las molestias.
El jarabe de jengibre es otra forma de utilizar esta raíz para combatir el dolor. Para prepararlo, se disuelven 100 g de azúcar en 250 ml de agua hirviendo, se hierve hasta obtener un jarabe y luego se añaden 100 g de jengibre fresco rallado. Si se desea, también se puede añadir el zumo de 1 limón o naranja. La mezcla se cuece a fuego lento durante 40-50 minutos, tras lo cual se cuela. El jarabe puede consumirse 2-3 cucharaditas al día, lo que resulta especialmente útil para los dolores de garganta o de cabeza.
El jengibre también se utiliza en baños. La raíz pelada se ralla y se coloca en una bolsa de gasa, que se añade a la bañera que se va a llenar. Otra opción es infusionar 10 g de jengibre seco molido en un litro de agua, tras lo cual la decocción resultante se añade también a la bañera. El procedimiento se lleva a cabo durante 20-30 minutos a una temperatura del agua de 37-40 grados centígrados.
Es importante señalar que el jengibre está contraindicado en la hipertensión, úlcera de estómago, y debe utilizarse con precaución durante el embarazo, ya que puede causar contracciones uterinas.