La palabra "raquitismo" suele ser motivo de preocupación para los padres, porque también puede sonar para un lactante aparentemente sano. El raquitismo es una enfermedad frecuente en los lactantes causada por la carencia de vitamina D. Esta vitamina desempeña un papel importante en el metabolismo del fósforo y el calcio, y una carencia puede provocar la aparición de raquitismo, sobre todo en niños menores de tres años que se encuentran en un periodo de crecimiento intenso.

Entre los factores que predisponen al desarrollo del raquitismo figuran la prematuridad, la alimentación artificial, la dieta monótona, las enfermedades frecuentes, las malas condiciones de vida y la falta de exposición al sol. El raquitismo puede manifestarse en distintos grados de intensidad, aumentando con mayor frecuencia en otoño e invierno, cuando la exposición al sol es mínima.

Una forma leve de raquitismo puede reducir la resistencia del organismo, provocando resfriados frecuentes y anemia. Los primeros signos de raquitismo suelen ir asociados a cambios en el sistema nervioso, como irritabilidad e inquietud del lactante durante el sueño. Debe prestarse atención a la sudoración del niño durante las comidas y el sueño, especialmente en la nuca y la espalda.

Con el desarrollo del raquitismo, el sistema óseo y articular se resiente, lo que se manifiesta en la deformación de los huesos del cráneo, el tórax y las piernas, así como en el retraso del desarrollo físico. El proceso de tratamiento incluye la toma de mayores dosis de vitamina D, la irradiación ultravioleta y la importancia de la ingesta de magnesio.

Deben incluirse en la dieta del niño alimentos ricos en vitamina D, como yemas de huevo, leche y mantequilla. La irradiación ultravioleta puede administrarse tomando el sol o en instalaciones especiales. Además, se recomiendan masajes, gimnasia y endurecimiento para fortalecer el cuerpo.

La prevención del raquitismo empieza durante el embarazo, con una exposición moderada a los rayos UV y suplementos vitamínicos. En el caso de los lactantes, es importante garantizar una ingesta adecuada de vitamina D durante los periodos de mínima exposición al sol. El raquitismo es un problema de deficiencia de vitamina D que puede prevenirse y tratarse con éxito con el asesoramiento adecuado.