Mirando las sonrisas perfectas de estrellas de cine y pop, muchos de nosotros soñamos con la misma apariencia impecable. Los dientes blancos sin duda atraen la atención y dan encanto. Sin embargo, ¿vale la pena arriesgar su salud por esto? Los dentistas no ocultan que el proceso de blanqueo puede tener un impacto negativo en la condición de su sonrisa. Vamos a tratar de entender todos los matices de este procedimiento.

Características de la estructura dental

Cada persona tiene un tono de dientes único, dependiendo de la genética. El grado de blancura del esmalte es diferente para todos. Esto significa que a pesar de todos los esfuerzos para hacer los dientes más blancos, con el tiempo todavía adquirirán su tono natural, y tal vez incluso se oscurecen. El proceso de blanqueo afecta la estructura del esmalte, haciéndola más propensa al daño y aumentando el riesgo de microfracturas. Como resultado, los dientes se vuelven más vulnerables a la pigmentación, especialmente de productos como el café y el tabaco.

Riesgos de exposición química

Las técnicas modernas de blanqueo están diseñadas para minimizar el daño del esmalte, pero muchas todavía contienen compuestos químicos como el peróxido de hidrógeno. Estas sustancias pueden causar irritación e incluso quemaduras de las encías si se usan mal. Además, los resultados de blanqueo pueden ser impredecibles, y es imposible garantizar el tono deseado.

Condiciones dentales y duración del efecto

Antes de comenzar el procedimiento de blanqueamiento, es necesario prestar atención a la condición de los dientes. La presencia de caries o sensibilidad al esmalte puede empeorar después del blanqueamiento. Por otro lado, si tienes rellenos, especialmente en los dientes delanteros, no cambiarán de color, lo que puede crear un contraste antinatural.