Muchas mujeres prestan mucha atención al cuidado facial, olvidándose de la zona del cuello y escote. Sin embargo, estas zonas no requieren menos cuidados, ya que la piel allí es especialmente fina y propensa al rápido envejecimiento. El cuidado regular de estas áreas puede ralentizar significativamente el proceso de arrugas y mantener la piel con un aspecto juvenil.
El primer paso en el cuidado de tu cuello y escote debe ser la limpieza. Para ello son adecuados los limpiadores suaves que no resequen la piel. Si tu piel es propensa a la sequedad, utiliza leche cosmética en lugar de jabón. Después de la limpieza, se recomienda aclarar cuello y escote con agua fría y realizar un ligero masaje con un cepillo para mejorar la circulación sanguínea.
Las cremas que uses en el rostro también puedes usarlas en el cuello, pero es mejor dar preferencia a aquellas que contengan más aceite. Por la noche, aplicar la crema en cuello y escote, evitando la zona de la glándula tiroides, y retirar el exceso al cabo de media hora. Golpearse ligeramente la barbilla con los dedos ayudará a prevenir la aparición de papada.
Los tratamientos exfoliantes también son importantes para el cuidado de la zona del escote. Sin embargo, aquí hay que tener cuidado: el peeling debe realizarse lo más suavemente posible para no dañar la piel. Utilice gommages especiales que eliminen con cuidado las células muertas sin dañar la epidermis.
Si la piel del cuello y el escote está flácida, pruebe con compresas calientes. Remoja una toalla en agua caliente, escúrrela y aplícala en el cuello durante 10 minutos. Después de esto, límpiate el cuello con un cubito de hielo y aplica crema hidratante. Estos procedimientos estimulan la circulación sanguínea y hacen que la piel sea más elástica.
Las compresas de aceite tibio son adecuadas para combatir la piel seca y las arrugas. Aplicar aceite de girasol en varias capas de gasa, apretar ligeramente y envolver alrededor del cuello y escote. Deje la compresa durante 15 minutos y luego retire el exceso de aceite con una compresa fría. Repita el procedimiento dos veces por semana para lograr el máximo efecto.
Puedes mantener en buen estado la piel de tu cuello y escote utilizando mascarillas caseras elaboradas con ingredientes naturales. Por ejemplo, una mascarilla hecha con perejil fresco o pepinos hidratará y calmará la piel, y la linaza la dejará más suave y tersa. Estas mascarillas son fáciles de preparar en casa y complementarán perfectamente tu cuidado diario.