Elegir zapatos para un niño es un proceso importante que requiere especial atención. Después de todo, las uñas del bebé crecen activamente, y no solo la comodidad, sino también la salud del niño depende de qué tan bien se elijan los zapatos. Un calzado inadecuado puede provocar diversos problemas, como pie plano o escoliosis. Para evitar estos problemas, es importante seguir unas sencillas pautas.
Para empezar, vale la pena señalar que se recomienda comprar el primer par de zapatos solo cuando el niño comienza a caminar. En esta etapa, el calzado ayuda al bebé a sentirse más seguro y también contribuye al correcto desarrollo del pie. Antes de comenzar a comprar, debe tener en cuenta que los zapatos deben ser cómodos y brindar suficiente soporte para sus pies en crecimiento.
La talla adecuada es la base para elegir zapatos para niños. Para determinar exactamente qué talla necesita tu bebé, puedes hacer una huella. Para ello, ponga calcetines a su hijo y trace su pie en una cartulina. Lo mejor es hacer esta marca en ambos pies, ya que el tamaño de un pie puede ser ligeramente diferente al del otro. Una vez que reciba estos patrones, podrá comprobar fácilmente si las botas que le gustan tienen el largo y el ancho correctos.
Sin embargo, es importante recordar que los zapatos deben medirse no solo por la longitud, sino también por la plenitud del pie. Para hacer esto, es importante tener en cuenta qué tan ajustados se ajustan los zapatos al pie, pero no pellizcarlos. Por ejemplo, si los zapatos son demasiado estrechos, interferirán con la circulación sanguínea, y si son demasiado anchos, el niño no se sentirá apoyado. Muchos modelos de zapatos son ajustables en términos de calce, lo que le permite elegir el calce perfecto para su bebé.
Los zapatos deben probarse estando de pie, ya que en este momento el pie se alarga ligeramente bajo carga. Es mejor probarlo por la tarde, cuando sus pies pueden estar ligeramente hinchados y le dará una idea más precisa de qué tan cómodo le queda el zapato. No olvide pedirle a su hijo que camine un poco con sus zapatos nuevos para ver si su forma de andar cambia.
Además, nunca compres zapatos “para crecer”. Si bien esto puede parecer una solución económica, los zapatos demasiado grandes pueden crear muchos problemas. En zapatos varias tallas más grandes, el pie del niño quedará desprotegido y se cansará mucho más rápido, lo que puede provocar una postura incorrecta en el futuro. Además, los zapatos demasiado holgados pueden provocar ampollas y provocar una marcha arrastrada.
No se deben utilizar zapatos que ya hayan sido utilizados por hermanos o hermanas mayores. Durante el uso, la forma del zapato se deforma para adaptarse a las características individuales del pie del propietario anterior y ya no proporcionará el soporte adecuado. Es importante que los zapatos sean nuevos y adecuados para su hijo.
A la hora de elegir zapatos para niños, no te olvides de su apariencia. Por supuesto, no sólo debe ser funcional, sino también bonito. Sin embargo, en primer lugar conviene prestar atención a los materiales con los que está fabricado, así como a su seguridad y comodidad. Los zapatos elegidos correctamente no solo ayudarán con el desarrollo, sino que también le brindarán confianza a su bebé en cada paso.