La piel de tus pies requiere un cuidado regular y cuidadoso, sobre todo si quieres evitar sequedad, callos y otras sensaciones desagradables. Los tratamientos caseros sencillos le ayudarán a tener una piel suave, tersa y bien cuidada.
La primera etapa del cuidado es la limpieza y eliminación de la piel muerta. La piedra pómez es ideal para esta tarea. Después de mojarte la piel, masajea suavemente las zonas ásperas con un poco de gel de ducha o jabón. Después del procedimiento, asegúrese de aplicar una crema humectante para mantener su piel suave y tersa.
Si la piel está muy áspera, un baño de jugo de piña será útil. Las enzimas contenidas en el jugo ayudan a exfoliar naturalmente la piel seca. Después de este procedimiento, sus pies quedarán más suaves y su piel más tersa.
Un método de tratamiento eficaz es una mezcla de sal marina y aceite de almendras dulces. Después de aplicar vapor, aplique esta mezcla en sus pies y masajee bien. Enjuague cualquier residuo con agua tibia, seque y aplique humectante. Para potenciar el efecto, use calcetines de algodón. Este procedimiento también es ideal para el cuidado del codo.
Para una nutrición y relajación profunda, elija productos con ingredientes naturales. Los aceites esenciales y las hierbas son opciones ideales para el cuidado de los pies. El aceite de menta refresca y alivia la fatiga, la lavanda calma y tiene un efecto antiséptico, la salvia combate la inflamación y el aceite de árbol de té acelera la curación de heridas menores.
Para aliviar la fatiga y suavizar la piel, prueba baños tibios con sal marina. No sólo limpia y suaviza la piel, también ayuda a eliminar toxinas y tiene un efecto antibacteriano.
El cuidado regular de los pies te permitirá sentirte ligero y cómodo, y la piel de tus pies lucirá saludable y bien cuidada. Sólo dedique un poco de tiempo a estos sencillos procedimientos y los resultados no tardarán en llegar.