Durante la estación fría, cuando los pies se encierran en zapatos cerrados, el cuidado de los pies adquiere especial importancia. Una piel de los pies sana y bien cuidada ayuda a evitar las grietas y la sequedad causadas por la exposición a las heladas y el uso de calzado pesado. En este artículo, te ofrecemos algunos consejos sobre cómo cuidar adecuadamente los pies en invierno.

A la hora de elegir el calzado de invierno, hay que prestar atención a su calidad y comodidad. Los zapatos deben ser cómodos, no oprimir el pie, tener un tacón cómodo y estar hechos de materiales naturales. Si no se dispone de piel natural, se recomienda utilizar plantillas y calcetines de materiales naturales para mantener los pies sanos.

Para quienes sufren de sudoración excesiva de los pies, se recomienda realizar baños de contraste de los pies y utilizar baños con decocciones de hierbas o zumo de limón. Los desodorantes para calzado y los polvos de talco ayudarán a reducir el mal olor y a evitar el exceso de humedad.

Después del baño o la ducha, hay que tratar los pies con una piedra pómez o una lima de pedicura para eliminar la piel queratinizada. A continuación, se recomienda aplicar una crema nutritiva sobre la piel de los pies para hidratarlos y protegerlos.

También es importante prestar atención a las uñas. No es aconsejable llevar las uñas largas durante el invierno, ya que pueden ser propensas a lastimarse con los zapatos. Recorta y lima tus uñas con regularidad para mantenerlas sanas y bonitas.

No olvides los tratamientos hidratantes regulares para los pies. Aplicar aceite de oliva con vitamina E y llevar calcetines de algodón toda la noche ayudará a suavizar e hidratar la piel de los pies, haciéndolos más suaves y cuidados.

Siguiendo estos sencillos consejos, podrás mantener unos pies sanos y bonitos incluso en los inviernos más duros.