El cáncer de endometrio, que ocupa el sexto lugar entre los cánceres femeninos, puede prevenirse con éxito. Según un informe conjunto de 2013 del Instituto Americano para la Investigación del Cáncer y la Fundación Internacional para la Investigación del Cáncer, el ejercicio y el café tienen un impacto significativo en la reducción del riesgo de desarrollar la enfermedad.

Expertos del Imperial College de Londres analizaron numerosos datos de 159 estudios sobre el cáncer de endometrio desde 2012. Las conclusiones de los autores, confirmadas por un panel de expertos formado por 12 de los principales especialistas en oncología del mundo, apuntan al papel clave de un estilo de vida saludable en la prevención de este cáncer.

La actividad física regular, el consumo de alimentos con un índice glucémico bajo y el mantenimiento de un peso corporal normal (entre 18,5 y 25) pueden reducir el riesgo de cáncer de útero en un 60%. Al mismo tiempo, la obesidad, especialmente con acumulación de grasa en la zona abdominal, y un estilo de vida sedentario son factores de riesgo.

Curiosamente, cada taza de café, con o sin cafeína, reduce el riesgo de cáncer de endometrio en aproximadamente un 7%, según ocho estudios. El efecto se atribuye a los niveles de estrógeno e insulina en la sangre, hormonas que favorecen el desarrollo de tumores en la región uterina.

Estos hallazgos respaldan un estudio de 2011 de la Universidad de Harvard en el que las mujeres que bebían cuatro o más tazas de café al día reducían su riesgo de desarrollar cáncer de útero en una cuarta parte, en comparación con las que sólo consumían una taza. El futuro de la prevención del cáncer de útero puede estar en manos de quienes valoran un estilo de vida activo y una taza de café.