La escarlatina es una enfermedad infecciosa aguda causada por bacterias estreptocócicas que suele afectar a los niños. No debe automedicarse si sospecha que su hijo tiene escarlatina: es importante que acuda al médico para obtener un diagnóstico y un tratamiento precisos.

Naturaleza y transmisión de la infección

La escarlatina comienza como una infección de las vías respiratorias superiores causada por bacterias estreptocócicas. Se transmite por gotitas en el aire y por contacto con superficies infectadas. La escarlatina solía considerarse una enfermedad grave y peligrosa, pero la medicina moderna permite tratarla con éxito con antibióticos.

Síntomas característicos

Los síntomas de la escarlatina incluyen dolor de garganta, dolor de cabeza, somnolencia, colapso y fiebre de 38 °C o más. También es característica una erupción en la piel, que puede durar hasta 3-7 días y luego cambiar a descamación. La lengua adquiere un color carmesí brillante con papilas lisas.

Tratamiento y prevención

El tratamiento de la escarlatina requiere la prescripción de antibióticos por parte de un médico. En las formas graves de la enfermedad o en condiciones de colectivos cerrados, puede ser necesaria la hospitalización. En casa, se recomienda que el niño guarde reposo en cama y beba mucho líquido. Es importante seguir una dieta que evite los alimentos calientes, fríos y alergénicos.

Papel de los antibióticos

Los antibióticos desempeñan un papel fundamental en el tratamiento de la escarlatina, ya que eliminan la infección bacteriana. Sin embargo, los antibióticos sólo deben ser recetados por un médico, ya que su uso sin el consejo de un especialista puede acarrear consecuencias indeseables. Los antibióticos pueden presentarse en forma de comprimidos o inyecciones, dependiendo de la forma de tratamiento.

Prevención de complicaciones y recidivas

Tras recuperarse de la escarlatina, se recomienda que el niño descanse unos 4 días más para prevenir posibles complicaciones y recaídas de la enfermedad. Hay que recordar que el componente más importante en la lucha contra la escarlatina es el contacto a tiempo con el médico y el cumplimiento de todas sus recomendaciones.