El invierno está en pleno apogeo, y los resfriados junto con la gripe se convierten en compañeros frecuentes de la estación fría. La gripe es una enfermedad vírica grave que puede minar el sistema cardiovascular y causar muchas complicaciones. Por eso, la prevención de la gripe es más importante que nunca.

Vacunación y alimentación adecuada
El método más eficaz de prevención de la gripe sigue siendo la vacunación. A pesar de ello, en Rusia sólo se vacuna alrededor del 10% de la población. Una nutrición adecuada también desempeña un papel importante en la protección contra la gripe. Los especialistas del Instituto de Investigación de la Gripe afirman que en el periodo otoño-invierno es necesario consumir una cantidad suficiente de proteínas, que refuerzan el sistema inmunitario. Especialmente útiles son la carne, los huevos, la leche y los productos lácteos.

Vitaminas y remedios naturales
Las vitaminas desempeñan un papel fundamental en la prevención de las enfermedades "invernales". La vitamina C puede obtenerse comiendo chucrut, limones y arándanos. Asimismo, los especialistas del Instituto de Investigación de la Gripe recomiendan la miel y la mermelada de frambuesa como complemento de los preparados medicinales. El vino tinto caliente que contiene interferón ayuda a aumentar la resistencia al virus de la gripe. El ajo, gracias a los fitoncidas, suprime el crecimiento de patógenos.

Consejos de los médicos orientales
Los médicos chinos y tibetanos también insisten en la importancia de una alimentación adecuada para prevenir la gripe. Pimientos rojos, zanahorias, calabaza, tomates y cebollas deben estar presentes en la dieta. Estos alimentos refuerzan el sistema inmunitario y ayudan a resistir a los virus.

Recuperación de la enfermedad
Si se enferma, la alimentación debe cambiar. En el periodo agudo de la enfermedad, acompañado de fiebre alta, no se debe forzar la alimentación del paciente. Es mejor ofrecer caldo de pollo y de vez en cuando nueces, semillas, un poco de caviar rojo. La bebida debe ser caliente y ácida: té, bocaditos de arándano rojo o arándano rojo, bebidas a base de grosella negra.

Nutrición durante la recuperación
Tras el periodo agudo de la enfermedad, es importante comer más densamente. La dieta debe incluir pescado, carne magra, platos de legumbres, huevos pasados por agua, cacao y chocolate negro. Son útiles las gachas de cereales integrales, el pan de cereales y los productos lácteos fermentados. La recuperación del organismo tras la gripe se acelerará gracias al yodo contenido en las algas.

Dieta después de la enfermedad
Después de la enfermedad, la alimentación debe ser frecuente, al menos cuatro veces al día. En la dieta deben estar presentes los cítricos, las verduras, el requesón, el queso, el pescado. Para mejorar el apetito, se pueden añadir especias y condimentos picantes.

Bebidas útiles
Arándanos rojos: 250 ml de agua, 40 g de azúcar, 2 cucharadas de arándanos rojos. Lavar los arándanos, exprimir el zumo. Hervir el resto en agua, colar, añadir azúcar y el zumo previamente exprimido.

Bebida de manzanas y miel: 750 ml de agua, 150 g de manzanas, 50 g de miel. Hervir las manzanas peladas y sin la parte central, colar el caldo y mezclar con las manzanas ralladas y la miel.

Seguir estas recomendaciones le ayudará a evitar la gripe y a mantener su salud en invierno.