Con la llegada del frío, muchos nos enfrentamos a cambios de humor, que a veces pueden convertirse en una auténtica depresión. La depresión otoñal se manifiesta de diversas formas: algunos están somnolientos, otros tristes y algunos sufren insomnio. En este estado, el humor cambia con frecuencia, el pensamiento se ralentiza y la alegría de vivir desaparece.
Las principales causas de la depresión son la reducción de las horas de luz, el tiempo nublado, la bajada de las temperaturas y el aumento de los niveles de melanina en el organismo debido a la disminución de la actividad de la luz solar. Estos factores pueden desencadenar el desarrollo de un estado depresivo, sobre todo si a ellos se suman el estrés crónico, el sueño inadecuado y el exceso de trabajo.
No todo el mundo es susceptible de padecer depresión, pero la predisposición hereditaria y la vulnerabilidad emocional pueden influir. Las mujeres, debido a su mayor emotividad, son más propensas a la depresión durante el otoño.
Los síntomas de la depresión pueden manifestarse con sentimientos de ansiedad, apatía y falta de interés por la vida. Es importante no ignorar estos signos y tomar medidas para afrontarlos.
Existen varios métodos para combatir la depresión. Uno de ellos es corregir la dieta, incluyendo alimentos ricos en magnesio (trigo sarraceno, legumbres, verduras de hoja verde), así como el consumo de plátanos, frutos secos y chocolate. El yoga, el ejercicio al aire libre y el sol también pueden ser beneficiosos. La música positiva, las películas favoritas y las comedias también pueden ayudar a levantar el ánimo y hacer frente al malestar otoñal.