Se puede gastar mucho tiempo y dinero en cosméticos y tratamientos de salón, pero algunos hábitos de belleza pueden echar por tierra todo el esfuerzo. Echemos un vistazo a cuatro de los malos hábitos más comunes, cuya eliminación puede solucionar multitud de problemas cutáneos.
Dormir sin maquillar
Irse a la cama sin desmaquillarse perjudica gravemente a la piel. Durante la noche, la piel no puede «respirar» correctamente bajo una capa de maquillaje, lo que puede provocar la obstrucción de los poros y la inflamación. También puede provocar una pérdida de elasticidad en la piel madura.
Utilizar cosméticos caducados
Muchas chicas no piensan en la fecha de caducidad de sus cosméticos. Sin embargo, los productos caducados pueden causar irritaciones y otros problemas cutáneos. Es importante vigilar las fechas de caducidad y utilizar los cosméticos según las instrucciones del fabricante.
Uso excesivo de exfoliantes
Los exfoliantes son una parte importante del cuidado de la piel, pero utilizarlos con demasiada frecuencia puede dañar la capa superior de la piel y causar irritaciones o líneas de expresión. Es importante seguir las directrices sobre la frecuencia de uso de los exfoliantes.
Utilizar brochas de maquillaje sucias
Las brochas y esponjas de maquillaje pueden convertirse en una fuente de bacterias si no se limpian con regularidad. Se recomienda lavar los pinceles y las esponjas al menos una vez a la semana para evitar irritaciones e infecciones cutáneas.
Deshaciéndote de estos malos hábitos, podrás dar el primer paso hacia una piel sana y bonita.