La halva es un exquisito manjar oriental que se puede preparar en casa. Para ello no es necesario utilizar únicamente semillas de girasol, ya que también se puede preparar una excelente halva con frutos secos. Esta variación no sólo será sabrosa, sino también saludable. En esta receta te contamos cómo hacer halva con nueces y semillas, y también te damos algunos consejos que te ayudarán a conseguir el resultado perfecto.
Para preparar halva de nueces, necesitarás los siguientes ingredientes: 1 taza de azúcar, 1 taza de harina de trigo, 1 taza de nueces (la mayoría de las veces se usan maní o nueces), 2 tazas de agua, 1 cucharadita de vainillina y 100 g de mantequilla. Las nueces se muelen hasta obtener migas finas y luego se fríen hasta que se doren. Se derrite la mantequilla en una sartén, se le añade harina, que también se fríe hasta que se dore. Se disuelve el azúcar en agua y se cuece el almíbar hasta que espese. Luego se combinan la mezcla de nueces y harina con el almíbar y se hierve todo hasta alcanzar la consistencia de crema agria. La masa resultante se coloca en un molde para endurecer, previamente engrasado con aceite.
Si prefieres la halva de girasol, necesitarás 2 tazas de semillas sin pelar, 150 g de aceite de girasol sin refinar, 1,5 tazas de harina de trigo, 1/3 de taza de agua y 1 taza de azúcar. Las semillas se lavan, se secan y se fríen hasta que estén cocidas, luego se muelen en una picadora de carne o procesador de alimentos hasta que queden blandas. La harina se fríe en una sartén seca hasta dorarse y se mezcla con las semillas, para luego volver a molerse. Se prepara un almíbar con agua y azúcar, después se añade mantequilla y una mezcla de harina y semillas. Se mezcla todo hasta que quede una masa homogénea y se coloca en un molde para que endurezca.
Para que la halva sea sabrosa y aromática, es importante utilizar nueces o semillas frescas. Asegúrese de probarlos antes de cocinarlos para asegurarse de que no estén rancios. Lo mismo ocurre con el aceite: el aceite de girasol sin refinar debe ser fresco y tener un sabor insaturado. Al cocinar el almíbar, es mejor agregar azúcar al agua ya hirviendo; de esta manera, el sabor del halva será mucho mejor.
Si quieres agregarle sabor a tu halva, puedes usar vainillina. Y si no te gusta el sabor del azúcar, puedes utilizar miel en su lugar. En este caso para 1 taza de azúcar necesitarás 1,5 tazas de miel. La miel le dará al halva no solo dulzura, sino también un ligero sabor a miel, que se convertirá en el punto culminante de su postre.
Este postre es ideal para los amantes de los dulces orientales y para aquellos que quieran probar a hacer halva en casa. Sorprenda a sus seres queridos y disfrute del resultado: ¡halva aromática, fresca y deliciosa, preparada con sus propias manos!