El daikon es una verdura inusual que ocupa un lugar especial en la cocina de muchos países. Su pulpa jugosa, su sabor ligero y sus propiedades saludables lo convierten en un excelente complemento para ensaladas, aperitivos y platos calientes.

¿Qué es el daikon?
Esta raíz es un tipo de rábano, pero tiene un sabor más suave y no tiene un olor fuerte. En apariencia se parece a una zanahoria blanca o a una remolacha alargada y su pulpa es tierna y crujiente. El daikon suele ser de color blanco nieve, pero hay variedades que tienen un tinte verdoso en la parte superior.

Propiedades beneficiosas
El daikon es rico en fibra, vitamina C, folato y micronutrientes como el cobre y el magnesio. Por su bajo contenido calórico (sólo 21 kcal por cada 100 g) es ideal para la nutrición dietética. Esta verdura ayuda a la digestión, acelera el metabolismo y ayuda al cuerpo a digerir los alimentos ricos en almidón.

¿Cómo utilizar en la cocina?
El daikon crudo es ideal para ensaladas: se puede rallar, cortar en tiras finas o en rodajas. Combina bien con col, zanahorias, manzanas, queso, carne y pescado. Puedes condimentar esta ensalada con crema agria, aceite vegetal o salsa de soja.

Platos calientes con daikon
Esta verdura es perfecta para guisar y hervir. En la cocina asiática, se añade a sopas, guisos y arroces. Absorbe bien los aromas de las especias y aporta a la comida un ligero toque picante. En Corea, el daikon se utiliza para hacer kimchi y pigodi, un pastel relleno.

Daikon encurtido
Uno de los métodos de cocción más populares es el marinado. De esta forma se convierte en un aperitivo maravilloso y en un complemento para sushi, rollitos o platos de carne. El daikon se puede encurtir con vinagre, sal y azúcar, lo que le confiere un sabor rico y una textura crujiente.

Esta verdura versátil es adecuada tanto para ensaladas sencillas como para experimentos culinarios complejos. Al incluirlo en tu dieta, puedes diversificar tu alimentación y enriquecer tu cuerpo con sustancias útiles.