La masa de bizcocho es una de las opciones más populares y favoritas para hornear, pero no todas las masas resultan aireadas y esponjosas. Para que la galleta quede perfecta hay que tener en cuenta muchos pequeños detalles. Compartiremos contigo algunos secretos importantes que te ayudarán a conseguir el resultado perfecto.

El secreto principal de la masa de galletas es la proporción correcta de los ingredientes. Para un bizcocho estándar necesitarás 5 huevos, 200 gramos de azúcar, 3/4 taza de harina, 1/4 de fécula de patata y una pizca de sal. Es importante recordar que la proporción correcta de estos componentes es la clave para la esponjosidad de la masa.

Para obtener mejores resultados, los ingredientes y la fuente para hornear deben estar a la misma temperatura. Una de las recomendaciones es que todos los componentes de la masa estén fríos, lo que ayudará a que la masa bata mejor y mantenga su estructura. También vale la pena recordar que las claras de huevo deben batirse por separado de las yemas, y cada uno de estos componentes requiere su propio enfoque. Batir las yemas con el azúcar y las claras con la sal.

El siguiente punto importante es cómo mezclar correctamente los ingredientes. La mezcla de yemas y azúcar debe ser la base en la que se introduzcan cuidadosamente los demás componentes, incluida la masa proteica. Para mantener la masa esponjosa, debes mezclar los ingredientes en una sola dirección. Las claras se añaden poco a poco, 3 o 4 cucharadas a la vez, para no alterar la estructura aireada de la masa.

Para evitar que el bizcocho pierda su esponjosidad hay que introducirlo en el horno precalentado. Recuerda que no debes dejar la masa antes de hornear, ya que puede perder la consistencia deseada y no leudar durante el proceso de horneado. Otra regla es no abrir la puerta del horno durante los primeros minutos de cocción. De lo contrario, el bizcocho se hundirá y la masa esponjosa se convertirá en un pan plano normal.

El molde para hornear las galletas debe prepararse con antelación. Engrasarlo con mantequilla y forrarlo con papel vegetal aceitado. Una vez lista la galleta, hay que desmoldarla inmediatamente, preferiblemente mientras esté caliente. Para ello, simplemente coloque la sartén sobre una toalla húmeda durante 5 minutos y la galleta se desprenderá fácilmente de los lados.

No olvides que antes de remojar la galleta con el almíbar o la nata, necesita un tiempo para que repose. Déjalo reposar durante 7-8 horas y quedará perfectamente húmedo y suave. Si planeas hacer un rollo de bizcocho, esparce el relleno sobre los panqueques calientes: esto ayudará a conservar la textura y el sabor.